Este blog está dedicado enteramente al mundo de los Minerales y de la magia. Soy diseñadora de bisutería y joyas hechas de Minerales, y como pueden ver, me encanta todo lo que tiene que ver con el mundo de los Minerales.
This blog is dedicated entirely to Minerals and magic. I am a designer of jewelry made with Minerals, as you can see, I love everything that has to do with Minerals.

Buscador google...

sábado, 28 de septiembre de 2013

El Tazón de Madera del Abuelo...

El viejo se fue a vivir con su hijo, su nuera y su nieto de cuatro años. Ya las manos le temblaban, su vista se nublaba y sus pasos flaqueaban. La familia completa comía junta en la mesa, pero las manos temblorosas y la vista enferma del anciano hacían el alimentarse un asunto difícil. Los guisantes caían de su cuchara al suelo y cuando intentaba tomar el vaso, derramaba la leche sobre el mantel.
El hijo y su esposa se cansaron de la situación. “Tenemos que hacer algo con el abuelo”, dijo el hijo. “Ya he tenido suficiente, derrama la leche, hace ruido al comer y tira la comida al suelo”. Así fue como el matrimonio decidió poner una pequeña mesa en una esquina del comedor. Ahí, el abuelo comía solo mientras el resto de la familia disfrutaba la hora de comer. Como el abuelo había roto uno o dos platos, su comida la servían en un tazón de madera. De vez en cuando miraban hacia donde estaba el abuelo y podían ver una lágrima en sus ojos mientras estaba ahí sentado sólo. Sin embargo, las únicas palabras que la pareja le dirigía, eran fríos llamados de atención cada vez que dejaba caer el tenedor o la comida.
El niño de cuatro años observaba todo en silencio. Una tarde antes de la cena, el papá observó que su hijo estaba jugando con trozos de madera en el suelo. Le preguntó dulcemente: “¿Qué estás haciendo hijito?”. Con la misma dulzura el niño le contestó: “Ahh, estoy haciendo un tazón para ti y otro para mamá para que cuando yo crezca, ustedes coman en ellos”. Sonrió y siguió con su tarea.
Las palabras del pequeño golpearon a sus padres de tal forma que quedaron sin habla. Las lágrimas rodaban por sus mejillas. Y aunque ninguna palabra se dijo al respecto, ambos sabían lo que tenían que hacer.
Esa tarde el esposo tomó gentilmente la mano del abuelo y lo guió de vuelta a la mesa de la familia. Por el resto de sus días ocupó un lugar en la mesa con ellos. Y por alguna razón, ni el esposo ni la esposa, parecían molestarse más cada vez que el tenedor se caía, la leche se derramaba o se ensuciaba el mantel.
Los niños son altamente perceptivos. Sus ojos observan, sus oídos siempre escuchan y sus mentes procesan los mensajes que absorben. Si ven que con paciencia proveemos un hogar feliz para todos los miembros de la familia, ellos imitarán esa actitud por el resto de sus vidas.
Los padres y madres inteligentes se percatan que cada día colocan los bloques con los que construyen el futuro de sus hijos. Seamos entonces constructores sabios y modelos a seguir.
He aprendido que independientemente de la relación que tengas con tus padres, siempre los vas a extrañar cuando ya no estén contigo.
He aprendido que aún cuando me duela, no debo estar solo.
He aprendido que aún tengo mucho que aprender.
“La gente olvidará lo que dijiste y lo que hiciste, pero nunca como la hiciste sentir.”
Anónimo.
The grandfather´s Wooden Bowl.
A frail old man went to live with his son, daughter-in- law, and four-year old grandson. The old man’s hands trembled, his eyesight was blurred, and his step faltered. The family ate together at the table, but the elderly grandfather’s shaky hands and failing sight made eating difficult. Peas rolled off his spoon onto the floor. When he grasped the glass, milk spilled on the tablecloth. The son and daughter-in- law became irritated with the mess. “We must do something about Grandfather, ” said the son. “I’ve had enough of his spilled milk, noisy eating, and food on the floor.” Therefore, the husband and wife set a small table in the corner.
There, Grandfather ate alone while the rest of the family enjoyed dinner. Since grandfather had broken a dish or two, his food was served in a wooden bowl. When the family glanced in Grandfather’s direction, sometimes he had a tear in his eye as he sat alone. Still, the only words the couple had for him were sharp admonitions when he dropped a fork or spilled food.
The four-year-old watched it all in silence. One evening before supper, the father noticed his son playing with wood scraps on the floor. He asked the child sweetly, “What are you making?”
Just as sweetly, the boy responded, “Oh, I am making a little bowl for you and Mama to eat your food in when I grow up.” The four-year-old smiled and went back to work.
The words so struck the parents that they were speechless. Then tears started to stream down their cheeks. Though no word was spoken, both knew what must be done.
That evening the husband took Grandfather’s hand and gently led him back to the family table. For the remainder of his days, he ate every meal with the family. And for some reason, neither husband nor wife seemed to care any longer when a fork was dropped, milk spilled, or the tablecloth soiled.
Anonymous

MW (minerales) seguidores.

MW (minerales) on Facebook